Para mi, éste blog y toda la experiencia sobrevenida a partir de mi diagnóstico, ha supuesto transitar el camino de las lagrimas.

El sendero del dolor, del duelo y de las pérdidas es imprescindible para completar nuestro viaje, es el trayecto más duro que nos toca recorrer hacia nuestra plenitud como seres humanos. Y cada uno debe hacerlo desde su experiencia y a su propio ritmo.

Porque el duelo no se define siempre en relación con "el otro" -y de aquí surge para mi el sentido de esta lectura-, porque el duelo también aparece en relación conmigo, con mis circunstancias, ya sean materiales, económicas, emocionales o de salud.

En mi caso, el duelo apareció en relación con mi propia muerte, en la medida que ello supuso dejar marchar, renunciar y asumir mi mortalidad. Un duelo que sigue formando parte de un proceso de aceptación y compresión profunda de mi mortalidad al que te invito con cada nueva publicación.



"El camino hacia la realización es difícil y continuo"

J.Bucay